¿En qué consiste es la polinización?
Según define el diccionario de la Real Academia Española,
“la polinización es el proceso mediante el cual el polen llega al estigma de una flor”
En ese lugar, el estigma, se concreta un acto esencial para la reproducción de las plantas: la fecundación, es decir, el surgimiento de semillas y frutos. Ese grano de polen, proveniente del estambre -nombre con el que se conoce al órgano floral masculino- puede llegar al órgano floral femenino de distintas maneras: por las acciones del agua o el viento (vectores abióticos), por insectos, aves o algunos mamíferos (vectores bióticos, los cuales polinizan a alrededor del 80% de las flores).
En otras palabras,
La polinización es el proceso de transporte del polen de una flor (A) hacia otra flor (B).
Este transporte de polen se lleva a cabo desde los estambres (órganos florales masculinos) de una flor hacia los estigmas (órganos florales femeninos) de otra flor, dónde luego se produce la germinación y fecundación, haciendo posible para producción de semillas y frutos.
Definición de polinización
La polinización es el proceso a través del cual el polen es transferido desde el estambre (órgano floral masculino) hasta el estigma (órgano floral femenino). De esta forma, se produce la germinación y fecundación de óvulos de la flor, lo que da lugar a la producción de semillas y frutos.
Polinización y fecundación de las flores
La polinización es el paso previo a la fecundación de las flores.
Polinización y agentes polinizadores
A todos aquellos seres y elementos que se ocupan de trasladar el polen se los conoce como agentes o vectores polinizadores.
Los agentes polinizadores acuden a las flores en busca de una recompensa que puede ser alimento, refugio o calor y son atraídos por señales químicas (olores) o visuales (colores, formas). Posteriormente, al hurgar entre los órganos reproductores de la flor, sus cuerpos se impregnan de polen que luego trasladan involuntariamente a otras flores, realizando así la polinización.
Por otra parte, la polinización puede también efectuarse gracias a la intervención del hombre (polinización artificial) o, incluso, algunas plantas realizan la transferencia por sus propios medios.
ECOSISTEMAS
Te explicamos qué son los ecosistemas y qué tipos de ecosistemas existen. Además, cómo se componen y algunos ejemplos.
¿Qué es un ecosistema?
Un ecosistema, en biología, se denomina al engranaje complejo de relaciones que hay entre las distintas comunidades de organismos vivos (referidas como biocenosis) y el medio ambiente físico en el que viven (llamado hábitat o biotopo). En este concepto tienen cabida las relaciones de mutua dependencia entre las especies de seres vivos en cuestión, al igual que el flujo de energía y de materia que ocurre en el medio ambiente; procesos que para su estudio son comprendidos como un todo estructurado y organizado.
Sin embargo, no se debe confundir el concepto de ecosistema con el de bioma. Este último se refiere las distintas áreas o regiones geográficas del planeta Tierra, clasificadas según su clima, topografía y también su presencia de vida, a diferencia de los ecosistemas, los biomas se consideran unidades geográficas homogéneas. Así, un mismo bioma puede contener diversos ecosistemas distintos.
Dentro de cada ecosistema tienen lugar las cadenas tróficas o alimentarias, también entendidas como ciclos de transmisión de la materia, pues consisten en un circuito de alimentación que incluye a productores (vegetales, plantas, fitoplancton, etc.) que se nutren del medio ambiente físico, consumidores que se alimentan de ellos o de otros consumidores (tanto los herbívoros, como los depredadores primarios y secundarios) y por último los descomponedores (hongos, bacterias, etc.) que reciclan la materia orgánica residual.
Actualmente muchos ecosistemas se hallan en estado de jaque debido a la actividad industrial humana. La contaminación, sobreexplotación, deforestación y los efectos del cambio climático implican a menudo extinciones, sobrepoblaciones, mutaciones y desplazamientos de la vida de todo tipo, atentando contra la biodiversidad planetaria y contra el equilibrio natural.
Ver además: Flora y Fauna.
Tipos de ecosistema
Existen diversos tipos de ecosistema, clasificados de acuerdo al hábitat en que se ubican:
- Ecosistemas acuáticos. Los más abundantes, casi el 75% de todos los ecosistemas conocidos tienen lugar bajo el agua. Es decir: en mares, océanos, ríos, lagos y nichos submarinos profundos.
- Ecosistemas terrestres. Tienen lugar sobre la corteza terrestre y fuera del agua, en sus posibles variaciones de relieve: montañas, planicies, valles, desiertos, etc. Esto implica diferencias importantes de temperatura, concentración de oxígeno y clima, por lo que la diversidad de la vida en estos ecosistemas es enorme, mayoritariamente de insectos y de aves.
- Ecosistemas mixtos. Aquellos en que se combinan el acuático y el terrestre (anfibio), ya que la vida animal de estos ecosistemas se halla mayormente en uno de los dos, pero requieren del otro para reposar, alimentarse o procrear.
- Ecosistemas microbianos. Es el de los organismos microscópicos que habitan en prácticamente todos los medios ambientes, tanto acuáticos como terrestres, e incluso dentro de organismos mayores, como es el caso de la flora microbiana intestinal.
Componentes de un ecosistema
Un ecosistema se integra por dos tipos de elementos, diferentes en su naturaleza: los bióticos y lo abióticos:
- Los elementos bióticos son aquellos vinculados a la vida en sus numerosas formas y tendencias, como las relaciones tróficas, la presencia vegetal, los equilibrios poblacionales, etc.
- Los elementos abióticos, en cambio, son los referidos a las condiciones climáticas, de relieve, o de otras variantes químicas y/o físicas que atañen al medio ambiente, como la variación del pH, la presencia de luz solar, etc.